SOY ADOLESCENTE
En mi último post vimos cómo los padres de un adolescente pueden ayudarle en su proceso de crecimiento. Hoy vamos a ver este proceso desde otra perspectiva. Si eres adolescente, esto te interesa.
Como vimos, la adolescencia es una etapa del desarrollo que supone múltiples cambios. Para el propio adolescente, para los padres y para el funcionamiento de toda la familia. Tú, como adolescente, te enfrentas a la difícil tarea de crear tu propia identidad y decidir tu proyecto vital. Esto consiste en ir respondiendo preguntas como ¿Quién soy? ¿Cómo quiero que sea mi vida? ¿En qué quiero trabajar? ¿Cómo quiero que sean mis relaciones? ¿Quiero tener una familia? ¿De qué tipo? ¿Qué valores son importantes para mí?
Muchas preguntas, muchas posibilidades de respuesta. Desde pequeño te han ido marcando el camino (han decidido a que colegio ir, cómo vestir, qué actividades hacer, etc.), pero ahora debes comenzar a decidir tu mismo los siguientes pasos. Y esto no es tarea fácil, pues si existen tantas posibilidades, ¿cómo elegir el camino adecuado? Responder estas preguntas supone un proceso activo de búsqueda personal entre las distintas alternativas que se presentan, tanto en tu realidad cercana como en tu imaginación. Especialmente ahora con las redes sociales e internet tenemos acceso a un sin fin de información y posibilidades que van más allá de nuestro entorno más próximo. Y este torbellino de opciones implica un elevado nivel de incertidumbre que puede llevarte a sentirte perdido. ¿Cómo puedo enfrentarme a esta nueva etapa?
A nivel personal ¿Quién quiero ser?
Hasta ahora te han dicho lo que tenías que hacer y cómo hacerlo. Pero ahora estás viviendo muchos cambios y cosas nuevas. Estas confuso. Quieres tomar tus propias decisiones, elegir tu propio camino. Y debes hacerlo, pero no siempre es fácil.
En esta nueva etapa vas a tener necesidades diferentes de las que has tenido hasta ahora: sentirte aceptado, verte como una persona útil y valiosa, probar cosas nuevas, resolver conflictos, ser independiente, desempeñar distintos roles (amigo, pareja, hijo, estudiante, trabajador, etc).
Es momento de decidir. Quién quieres ser. Cómo quieres llegar a serlo. Con quien vas a contar en el camino. Debes descubrir qué es lo que quieres. Para ello debes investigar, probar, analizar, experimentar. Tienes unos deseos, unas fantasías acerca de tu vida adulta (por lo que te han inculcado, has conocido, has visto o has soñado), que debes integrar en la realidad que te rodea: cómo llevar a cabo tu plan de vida imaginado.
Sé que no tienes ganas de pensar constantemente sobre tu futuro, pero debes ir buscando la manera de reflexionar acerca de lo que quieres. Tómate tu tiempo de vez en cuando para descubrirte internamente. Irás probando y descubriendo cosas nuevas. Y debes ir decidiendo con cuales de esas cosas quieres quedarte, e integrar en tu vida y personalidad, y cuales vas a rechazar porque no encajan con tus valores e ideales. Tienes la oportunidad de elegir, y tomar decisiones no siempre es fácil. Busca apoyo en tu círculo más cercano, tus amigos y familia van a querer escucharte y apoyarte.
A nivel social ¿Cómo quiero relacionarme?
En esta nueva etapa las relaciones interpersonales van a tener un papel fundamental. Quieres salir de casa, relacionarte, conocer gente nueva, establecer amistades significativas y duraderas. ¡Y las relaciones no son nada fáciles!
Ten en cuenta que los demás ven lo que tú haces y dices, no lo que tú piensas o sientes, por lo que la idea que tengan de ti dependerá de cómo actúes con ellos.
- Muestra cómo eres. Vas a ir descubriendo quien eres, que cosas te gustan y cuáles son tus valores. En este descubrimiento va a ser importante como hemos visto un proceso personal de reflexión, pero también las relaciones que establezcas. Debes tener la mente abierta y explorar distintas cosas, pero ten siempre presente qué cosas son importantes para ti y no cambies tus prioridades por los demás, reflexiónalo antes.
- Defiende tus opiniones e intereses. Siempre vamos a estar rodeados de opciones muy diversas, pero especialmente durante la adolescencia vamos a contactar con experiencias muy diferentes. No dejes que los demás impongan sus intereses; ten claro lo que tu deseas y lucha por ello.
- Trata a los demás como te gustaría que te traten. Practica la empatía, ponte en el lugar del otro. Intenta entender qué cosas le ocurren y cómo se siente. Esto te ayudará a mantener las relaciones que sean importantes para ti.
- Respeta opiniones diferentes. Todos somos diferentes, tenemos gustos, ideas, deseos y objetivos diferentes. Y todas son válidas. No critiques o juzgues sin intentar entender sus motivos.
- Intenta no descontrolarte. Vas a enfrentarte a situaciones difíciles con lo demás, los conflictos son inevitables en las relaciones. Vas a enfadarte y seguramente a sentirte mal con otro. Tómatelo con calma, reflexiona acerca de lo ocurrido y piensa cómo puedes solucionarlo. No te dejes invadir por las emociones (cuando eso ocurre los procesos reflexivos y de toma de decisiones son más complicados); tómate tu tiempo para regularte antes de actuar.
A nivel familiar ¿Qué hago con mis padres?.
A pesar de haber atravesado el mismo proceso que estás viviendo tú, tienes la sensación de que tus padres no entienden lo que te está pasando y la dificultad de la tarea que tienes por delante; sientes la necesidad de distanciarte de ellos. Es importante que encuentres tu propio espacio, lo necesitas, sin embargo y aunque no lo creas, tus padres son un apoyo fundamental en este caos que estas atravesando. Veamos cómo.
Tus padres seguramente sean las personas que más te conocen, con las que más cosas has compartido en la infancia. Hasta ahora han ido decidiendo por ti, están acostumbrados a guiarte y a formar parte de tu día a día. Ellos te han ofrecido una «identidad provisional» en la primera etapa de tu vida en función de sus deseos y fantasías (sí, tus padres han fantaseado sobre ti y cómo les gustaría que fuera tu vida) y de la realidad que os acompaña como familia. Hasta hace muy poco han sido un ejemplo para ti, les has consultado todo e informado de cada paso, y de repente se encuentran con la puerta de tu habitación cerrada, con secretos y con respuestas como «Estáis siempre encima», «No me apetece hablar», «Tu que sabrás», «Estoy mejor con mis amigos». ¿Cómo te sentirías si alguien muy cercano de repente se comportara así? Es indudable que ya no eres un niño, que necesitas ir descubriendo tu camino, tus deseos, tus gustos y aficiones. Quieres ser autónomo y pides libertad. Ellos quieren dártela, de verdad, pero no resulta fácil dejarte solo ante el caos que se te presenta. Tienen miedo de que sufras o te equivoques, les preocupa que puedas hacer cosas que te hagan daño, pues ahora tu quieres descubrirlo todo, debes hacerlo, pero ese todo incluye también cuestiones que pueden ponerte en riesgo. Si ellos están asustados, van a intentar protegerte ¿Qué puedes hacer para lograr tu propio espacio sin tenerles encima cual detective?
- Comparte cosas con ellos. Para ellos es importante lo que pasa en tu vida. No tienes que contarles hasta el más mínimo detalle, debes tener tu propia privacidad, pero hazles saber qué cosas son importantes para ti. Cuéntales algo divertido que te haya pasado, cómo te ha ido en un examen importante o cómo lo pasaste en aquella excursión. Escuchar también es importante; pregúntales cómo les ha ido el día o cómo van con el trabajo.
- Se honesto. Insisto en que no tienes que darles detalles, pero os ayudará a ambos que puedas contarles cosas importantes que te ocurran, dónde y con quien vas, o si te encuentras bien o mal. Ellos se preocupan por tu seguridad, es inevitable; y quieren disfrutar contigo cuando las cosas te van bien y acompañarte cuando te sientes mal.
- Pídeles consejo. Aunque a veces no lo parezca, ellos también han sido adolescentes. Pueden sugerirte algunas soluciones si tienes problemas con algún amigo o profesor, pueden compartir experiencias similares y tener algún que otro truco bajo la manga.
- Negocia con ellos. Tu quieres más libertad, y para conseguirla vas a tener que ofrecer algo a cambio. Para pedir es necesario dar.
- Demuéstrales que no te vas a poner en peligro. Quieres descubrir cosas nuevas, eso esta genial, pero intenta que tus padres se den cuenta de que puedes cuidarte y que no vas a correr riesgos innecesarios. Haz tus tareas, atiende tus cosas de manera responsable y reflexiona antes de tomar decisiones.
- Cuestiona con medida. Vas a tener que discutir muchas cosas, desde las normas del día a día hasta la idea o deseos que ellos tienen de cómo será tu vida adulta. Por eso debes elegir qué debatir en cada momento y repasar la manera de hacerlo. Si lo discutes todo constantemente van a dejar de escucharte. Piensa en qué debates vas a invertir tu energía. Tómate tu tiempo para reflexionar sobre tu objetivo. Explica tus razones. Hazlo tranquilo, no grites ni exijas.
Ser adolescente significa sufrir y disfrutar, amar y odiar, quererlo todo de una vez o pasar olímpicamente de todo lo que nos rodea. Porque en la adolescencia nos enamoramos y odiamos con la misma facilidad, lloramos y reímos casi a la par, exigimos a gritos la atención de las demás personas y al minuto siguiente queremos pasar desapercibidas y que nadie nos observe y analice, queremos ser escuchadas pero que no nos pregunten. En la adolescencia queremos aprenderlo todo, verlo todo, vivirlo todo…, es nuestro derecho a la experiencia, a la vivencia, a conocer y a disfrutar, hay un mundo interior y exterior por descubrir y queremos hacerlo sin nadie, sabiendo, eso sí, que hay alguien cerca que nos quiere, que confía y que extenderá su mano cuando la necesitemos.
TIENES POR DELANTE UNA PRECIOSA ETAPA DE DESCUBRIMIENTO, DE TI MISMO Y DEL MUNDO. DISFRÚTALA, APROVÉCHALA, PIÉNSALA.
Mar Martín
Ilustraciones de Sara Herranz,