La meditación es un técnica cuyo origen se encuentra en el budismo y cuyo objetivo es poder transformar nuestra mente, encontrase con el mundo interior y encontrar la paz. Buscamos generar cambios a nivel físico, espiritual y emocional.
A través de diversas técnicas (yoga, mindfulness, etc), los occidentales hemos trasladado virtualmente esos templos espaciosos y diáfanos a nuestros salones, consultas, parques y casas buscando esa paz mental que tanto necesitamos en un mundo de caos.
Pero, hay veces que el poder de conectar con uno mismo no se encuentra en el lugar o en la ropa cómoda, sino en la capacidad de abstracción y el buscar un espacio de cuidado para uno mismo. Por eso, hoy quiero compartir con vosotros algunos recursos, que para mi están llenos de la magia de la meditación y la concentración, que pueden ser más accesibles para nosotros. Y que, además, pueden generar efectos tremendamente beneficiosos en nuestra autoestima, en nuestra mente y en nuestra salud emocional.
En mi mundo, la meditación viene de la mano de la creación, de la creatividad y de la conexión con el arte (yo entiendo el arte como aquello que dejamos fluir dentro de nosotros), y, por ello, me gustaría desmitificar la idea de que crear solo está hecho para unos pocos.
Os invito a dejaros llevar (fluir) e impregnaros del mundo creativo, aquí os dejo algunos recursos para el alma y el corazón…
–Tejer, coser y crear a partir de hilos y telas. Hay numerosos estudios que nos hablan de los efectos neurológicamente beneficiosos de tejer: los movimientos repetitivos activan nuestro sistema parasimpático, protegiéndonos del estrés. Cuando cosemos nos concentramos en cada puntada como si caminásemos por un sendero en el campo, creando una conexión entre nuestra creación y nuestra concentración.
–Escribir. Quien bien me conoce sabe que es uno de mis remedios favoritos para el alma. Poder plasmar en un papel aquello que ronda la cabeza, es una de las mejores 
expresiones emocionales que conozco. No se requiere de estilo, porque esta escritura es una apuesta para el alma, no para un público exigente. Un cuaderno y un bolígrafo pueden ser tus mejores amigos cuando la tristeza aflora o cuando la soledad invade.
–Pintar, dibujar, llenar de color. Pinceles, acuarelas, rotuladores, lienzos o mandalas para completar. Con el dibujo y la pintura se estimulan los dos hemisferios cerebrales favoreciendo la conexión cerebral. Dejarnos fluir y concentrarnos debería ser el nuevo lema de nuestras pinturas favoritas.
–Recortar, pegar, construir, modelar. Hablamos de que a partir de la nada le daremos forma a algo. Cuando sentimos caos o cuando estamos bloqueados con nuestras emociones, la sensación de vacío y angustia aparece en nosotros. Si, a través del simbolismo de un material, podemos crear un elemento que represente algo, estaremos dándole forma a nuestro caos y nuestra emoción para transitar con genuina tranquilidad por ese mundo. Recuerdo con mucho cariño a muchos niños que han transformado su enfado o su rabia con una barra de plastilina, creando un monstruo al que han ido cambiando de forma según podían hacerse cargo de esa emoción tan limitante.
Hay millones de formas de crear, tantas como cada uno de nosotros podamos imaginar. Hoy solo os dejo unas pinceladas de algunas que pueden ser buenos remedios para el alma. No hay objetivo definido en todas ellas (eso es lo bonito), su fin no es el hacer o el crear para mostrar (eso no quita que podáis exhibir y sentir orgullo de vuestras creaciones con el mundo que os rodea ? ). Pero, me gustaría que vierais estas herramientas como un encuentro con nosotros mismos, como un facilitador para conectar con nosotros o para emocionarnos.
Os invito a experimentar la meditación y a conectar con vosotros desde el lugar que elijáis, desde el cuerpo y el alma. Probad sin esperar resultados, solo por el gusto de conectar con vuestra yo más interno.
Recojo, para terminar, las palabras de Mihály Csikszentimihalyi (profesor de psicología, destacado por su trabajo acerca de la felicidad, la creatividad, el bienestar subjetivo y la diversión, famoso por su creación de la teoría del Flujo) en una conferencia TED en 2004:
«Cuando estamos involucrados en algo que requiere creatividad, sentimos que estamos viviendo más plenamente que durante el resto de nuestra vida»
Raquel Cuenca Nieto