Hoy me pongo un poco más profunda. Iniciamos un mes de especial importancia para las mujeres.
Tras muchos años trabajando en una temática dura, difícil pero preciosa al mismo tiempo, me sale compartir esta pequeña reflexión contigo.
Me refiero al contexto de la Violencia de Género. Contexto en el que he aprendido muchísimo como profesional, pero principalmente como persona y como mujer.
A lo largo de estos años me he dado cuenta de que existen una serie de factores, hábitos o «permisos», que son comunes para la inmensa mayoría de las mujeres. Y he podido observar, que incluyéndolos en nuestro día a día, nuestra vida mejora notablemente.
Aquí te dejo 5 de estos «permisos» para que los uses desde hoy mismo:
1. CONÓCETE A TI MISMA Y HONRA TU PROPIA ESENCIA
Bajo mi punto de vista, aún seguimos muy condicionadas por los pilares educativos que tenemos. Pilares basados en una estructura de corte patriarcal, donde se encasillan a todos los seres humanos.
Donde se nos clasifica en dos “sacos” confusos y erróneos. Confundiendo el “sexo” con el que nacemos con las “cualidades, roles y estereotipos culturales» que se nos atribuyen por el hecho tener un sexo u otro.
Es muy diferente nacer mujer u hombre, del concepto de “femenino” o “masculino” que se nos atribuye de serie. Este último concepto es solo una construcción sociocultural, es un punto de vista más, y por ello es susceptible de ser cuestionado y modificado.
De hecho, lo masculino y lo femenino es tan solo una ENERGÍA, que todas las personas tenemos dentro. Y, en función de lo desarrolladas o no que las tengamos, así actuaremos, así serán nuestros bloqueos y dificultades o nuestra felicidad (revisa este post si quieres saber más al respecto).
ERES QUIEN ERES Y ESO ES MARAVILLOSO. ERES ÚNICA E IRREPETIBLE.
Y ni la moda, ni las opiniones… pueden borrar y difuminar esta esencia… porque entonces estarás siendo injusta con el mundo, porque…
Le estarás privando de la oportunidad de conocerte y disfrutar de lo que viniste a compartir y a aportar.
2. CUIDA TU AMOR PERSONAL.
Tu amor propio, tu autoestima: Es la medida de la mayoría de los resultados que obtienes.
El amor que te procesas, el cómo te trates a ti misma se verá reflejado en todas las áreas de tu vida: cuerpo,
trabajo, relaciones sociales, salud…
Casi siempre, nuestras peores enemigas, somos nosotras mismas.
Así que… ¡¡qué buena noticia!! También tú tienes el poder de ser TU MEJOR AMIGA.
3. ESCÚCHATE MÁS Y ATIENDE TUS NECESIDADES MÁS A MENUDO.
Las mujeres hemos sido educadas sobre todo en “cuidar a los demás”, en “el sacrificio” por el otro, por la tribu. ¿Te suena?
Con cada una de las mujeres que he tenido el placer de acompañar, ellas solían ponerse en el último lugar en sus vidas. Y, realmente esto generaba un profundo dolor disfrazado de un convencimiento de “es lo que debo hacer, está bien así”.
Encuentra tu punto medio.
Sé ecuánime contigo misma. Ni siempre la primera, ni siempre la última. Hay momento para todo en tu día a día. Piensa una cosa, ¿cómo vas educar a tus hijos e hijas en el valor de darse importancia y escucharse, si no les enseñas a cómo hacerlo con tu ejemplo?
Tu cuerpo te manada señales cuando no te atiendes ni te escuchas.
En tus manos está prevenir una enfermedad para tener que parar de golpe porque no lo hiciste justo un poco antes. Cambia la creencia ahora mismo de que cuidarte y darte tu espacio es ser egoísta. Esto es otro concepto cultural engañoso que se asocia a algo negativo. Y de hecho, ¡es positivo!
El SANO-EGOÍSMO genera una autoestima adecuada y ajustada. Esto es, escoger sanamente cuáles son momentos de espacio personal, de cuidado, de descanso, de relación, desconexión, de ocio, de sueños… exclusivos y sanos para ti. Espacios donde reponerte, cargarte, revitalizarte…¡para compartir de una forma sana!
Y esto es muy diferente del “egocentrismo” o “egotismo”, es decir, el: “Yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo…”
4. DEJA DE MACHACARTE Y SOBREEXIGIRTE
¡Que daño os ha hecho este concepto moderno de “Superwoman”! La mujer «perfecta» que es capaz de todo y puede con todo.
Y ¿sabes qué? ¡¡Yo me siento orgullosa de haber aprendido a NO poder con todo!! ¡¡¡Y no quiero volver a tratar de hacerlo jamás!!! Que carga y que frustración tan grande.
Qué maravilloso que es aprender a PEDIR APOYO cuando lo necesitas, sin exigir. Sin tener que estallar porque ya no puedes más.
A comunicar tranquilamente cuando NO estás bien y buscar APOYO. A pedir ayuda y decir que no sabes algo con toda la humildad del mundo. A DELEGAR y COMPARTIR actividades y tareas…
A aceptarte tal y como eres en este preciso instante. Por ser tú misma y…«¡Ole tú y cómo me gusta que te quieras!» Con tus puntos fuertes y los débiles. Porque solo desde ahí serás capaz de ofrecer día a día la mejor versión de ti misma a los demás.
5. ¡¡SUEÑA CON MÁS FRECUENCIA!!
Hay una pregunta que me encanta compartir con otras mujeres, aquí te la dejo:
Piensa cuando seas esa viejita sabia del futuro, cuando ya estés al final de tu vida presente. Echa una mirada atrás desde ahí: ¿qué te gustaría haber vivido? ¿Qué experiencias desearías llevarte contigo de esta vida?
Hay un estudio que habla de las valoraciones finales que las personas hacer justo en su lecho de muerte. Este estudio dice la mayoría de ellas se arrepiente de no haberse atrevido más, de no haber soñado más, de haberse quedado a medias en sus sueños…
Aprende de ellas antes de llegar a ese momento.
Te animo a que practiques estos principios con frecuencia en tu día a día, PARA QUE LOS CONVIERTAS EN UN SANO HÁBITO.