Psicóloga Clínica
En mi día a día como psicóloga, es bastante frecuente que las personas con las que coincido frente a frente me hayan escuchado en algún momento hablar de la metáfora del puzzle. Es así como veo a los demás, y como pienso en mi labor. Me parece que todos tenemos partes de nosotros, a veces tapadas, otras desconectadas, y en ocasiones necesitamos una guía que nos ayude a darles la vuelta, y encontrar diferentes caminos que nos permitan conformar nuestro propio puzzle, aquel que nos dé seguridad, calma, armonía y nos devuelva la capacidad de decisión. Siento que en ese trabajo continuo nos encontramos todos, seamos o no terapeutas. Sin embargo, los años de estudio y práctica me ofrecen ser también, en ocasiones, guía de otras personas, y ahí también yo me siento como un puzzle. Trato que las diferentes piezas que me han ofrecido miradas diferentes de la psicología a lo largo del tiempo, se integren en mí, para poder alumbrar el camino de las diferentes personas a las que atiendo, todas tan distintas y similares al mismo tiempo. Esta es mi manera de estar con el otro, acompañando en la travesía de la vida; y conseguir que las personas descubran en ella una nueva forma de estar mucho más agradable, sensible, consciente, es una de mis metas y alegrías en el proceso terapéutico.