¿Sabías que enseñarles a nuestros niños a masticar con la boca cerrada, les ayuda a que sus músculos se ejerciten para cuando aprendan a hablar?
Muchos papás desconocen la estrecha relación que existe entre el desarrollo de la alimentación y el habla. Ambos tienen un componente motor, en el que participan estructuras y músculos en común: labios, lengua, dientes, mandíbula, velo del paladar… que los niños deben ir ejercitando desde los primeros meses de vida. Ese “entrenamiento” se consigue por medio de la alimentación y gracias a ella consiguen la coordinación, fuerza y movilidad necesarias para un buen desarrollo del habla.
Desde el momento que se inicia la lactancia, el bebé ejercita la fuerza de los músculos y movimientos que posteriormente formarán parte de la articulación del lenguaje. El cierre correcto de labios alrededor del pecho de la madre, o bien del biberón, le permiten realizar la succión, el cual es un acto reflejo. Poco a poco esa actividad, de cierre labial, se vuelve voluntaria y le permitirá adquirir la destreza necesaria para alimentarse con cuchara. En esta etapa el cierre de los labios es diferente, ya no tiene que succionar, sino debe utilizarlos, junto a la lengua, de una manera diferente para poder comer. Lo mismo sucederá cuando deba aprender a beber en vaso. Esta evolución en la alimentación le permitirá un cierre correcto de labios (gracias a la succión, uso de la cuchara y
) que le ayudarán a que sus músculos adquieran la fuerza y coordinación correcta para la emisión de fonemas labiales como por ejemplo /m/ /b/o /p/.
En la masticación aprende a ejercitar: la lengua (para llevar el alimento hacia los lados y tragar); la mandíbula para triturar los alimentos y los labios para ayudan a mantener la boca cerrada durante la masticación. Si la introducción de los alimentos sólidos se retrasa o no se realiza de manera correcta, puede dificultarle la adquisición de fonemas en donde participan estas estructuras por ejemplo /l/ o /r/.
Para recordar:
- La alimentación y el habla requieren de un proceso de maduración y aprendizaje que debemos respetar en cada niño.
- No dejes de consultar si notas que tu hijo mastica con la boca abierta, tiene babeo o dificultades para tragar. El Logopeda les brindará orientación y ayuda para adquirir los patrones correctos de deglución y articulación.
- La manera de comer influencia el lenguaje. Pero a través del lenguaje podemos influenciar de manera positiva los hábitos y la manera de comer. Una manera eficaz y divertida de activar los labios y lengua a través del lenguaje es con rimas. Como ésta que les enseña cuál es la posición correcta de labios y lengua durante las comidas y en reposo.
La boca es una casita
donde duerme la lengüita
y tiene su camita
arriba en las arruguitas.
Los labios son la puertita
Que como en toda casita
La mayor parte del tiempo permanece cerradita
Aun cuando se mastica.
Carolina Vittar