Como niña que fui, como mujer que soy y como acompañante y guía de niñas, adolescentes y mujeres hacia el empoderamiento, desarrollo y crecimiento emocional, me alegra profundamente transmitir esta información acerca de un tema a veces olvidado y otras veces recordado con dolor y negatividad como es la llegada de la primera menstruación o también llamada menarquia, este hermoso evento que transcurre durante la adolescencia y marca simbólicamente el cambio de niña a MUJER.
Recientemente, varias mamás en consulta, me habéis preguntado cómo abordar este tema con vuestras hijas y es que en estos momentos nos inundan un torrente de dudas y emociones. A algunas porque en nuestra adolescencia lo vivimos con miedo y no nos sentimos informadas, acompañadas y sostenidas. A otras porque vemos ese miedo y preocupación en nuestras hijas o en las niñas que acompañamos en su crecimiento emocional. Observamos en ellas una actitud negativa ante los cambios que está experimentando su cuerpo como aviso de que pronto dejara de ser niña para convertirse en MUJER.
El hecho de que cultural y socialmente la menstruación tanto para la mayoría de los hombres como para nosotras las mujeres sea un tema tabú o esté asociado únicamente con el dolor, la suciedad o la incomodidad implica un juicio y desvalorización a nuestra condición de MUJER, a nuestro cuerpo y nuestra sexualidad y un rechazo inconsciente a nuestra sabiduría femenina y a los poderes que encubre nuestro ciclo menstrual. Y es que cuando educamos en la sexualidad y damos información que consideramos importante a las adolescentes en estos momentos no solo transmitimos información, también transmitimos sentimientos, experiencias, prejuicios, valores…etc.
¿Qué podemos hacer las mujeres para acompañar a las adolescentes en su transición de niña a mujer?
- TRANSFORMAR este momento en un rito de paso CELEBRATIVO… (Dedicando momentos especiales entre madre e hija, lectura de cuentos, visualización de videos informativos, paseos por la naturaleza, conversaciones… Es aconsejable comenzar el acompañamiento entre los últimos años de la infancia y los primeros momentos de la adolescencia, se sabe que la primera menstruación se da aproximadamente dos años después de que comiencen los primeros cambio físicos en las niñas).
DONDE enseñemos:
- A comprender, aceptar y amar nuestra poderosa naturaleza, nuestro cuerpo y nuestra sexualidad, nuestra ESENCIA femenina. Hablar de nuestros órganos sexuales, del funcionamiento de nuestro útero, el cuál es poderoso e imprescindible para el ciclo menstrual, para el ciclo de reproducción y el placer.
- Los poderes que encubren las distintas fases del ciclo menstrual.
- Las necesidades físicas y emocionales que comprenden dichas fases.
PARA:
- Que SE RESPETE, SE AME, SE VALORE Y TOME decisiones conscientes en su vida
- Que su CUERPO, MENTE y CORAZÓN estén en equilibrio y armonía.
Cuando entendemos nuestra naturaleza cíclica y cooperamos con cada fase, los síntomas premenstruales y menstruales, tanto físicos como emocionales, disminuyen extraordinariamente y llegan a convertirse en aspectos positivos de una misma.
- Reforzar el VÍNCULO de amor entre mamá e hija, entre mujer, madre, guía, consejera y su hija, niña, adolescente y futura mujer.
- Expandir este conocimiento, respeto y amor por la feminidad al resto de la familia, los hermanos, los padres, la escuela, la sociedad, la cultura…
No sin ANTES….
- DESCUBRIR tanto mamás como terapeutas, educadoras, profesoras, pediatras y todas aquellas personas que trabajan guiando y acompañando el crecimiento de las niñas cuáles son nuestras
- Creencias y actitudes negativas ante la menstruación
- Recuerdos de vivencias
- Emociones
- Dudas o desconocimiento sobre nuestro propio ciclo
Que pensamos, recordamos, sentimos y vivimos y que pudieran actuar de barrera a la hora de abordar este momento con las niñas de nuestra vida y a la hora de valorar y honrar nuestra naturaleza femenina cuando las acompañemos en este proceso de cambio.
Y por último…
- CONOCER el poder de nuestra DANZA MENSTRUAL y su naturaleza, la cual se asemeja a la danza que la propia tierra ejerce durante el recorrido por sus estaciones, o la danza que la luna baila durante sus cuatro fases. Las mujeres al igual que la tierra y al igual que la luna, experimentamos una serie de cambios, no solo en nuestro CUERPO y nuestra SEXUALIDAD, también en nuestra MENTE Y EMOCIÓN durante las cuatro fases de la menstruación y ser consciente de ellos, aceptarlos y amarlos nos posibilita ESCUCHAR y CUBRIR nuestras necesidades y POTENCIAR los poderes y recursos que se activan en cada fase y que os presento a continuación en un pequeño resumen:
Fase preovulatoria: es la fase posterior a la menstrual, es una fase donde generalmente nos SENTIMOS seguras y confiadas, sociables y extrovertidas, nuestra MENTE activa un mayor poder de concentración para trabajar en nuestros proyectos y la danza de nuestro CUERPO y nuestra sexualidad expresa alegría, eficiencia, diversión, disfrute. Como cuando llega la primavera necesitamos salir fuera y relacionarnos con los demás.
Fase ovulatoria: una fase donde nos SENTIMOS Amorosas, protectoras, consejeras nuestra MENTE se centra en dar, alimentar, cuidar, compartir. Es una fase donde se potencia nuestra energía maternal donde nuestro CUERPO y sexualidad danza expresando amor, cuidado y placer al otro, nuestra pareja, hijos, hijas, familia, casa, ideas, proyectos y como en el verano sentimos la necesidad de abrazar, sostener y dar calor a nuestro alrededor.
Fase Premenstrual: La fase en la que nos SENTIMOS más sensibles, durante estos días se activan nuestras heridas más profundas, es una fase para el recogimiento, para mirar adentro conectar con nuestra niña interior y crecer. Nuestras emociones son cambiantes y profundas, sentimos tristeza, rabia, frustración. Nuestra MENTE se vuelve más caótica e hiperactiva, disminuye nuestra concentración pero aumenta nuestra intuición. Nuestro CUERPO comienza a danzar más lento, necesitando progresivamente descansar más y permitir que afloren nuestras emociones, aceptar el estado físico, cuidarnos, amarnos y nutrirnos. Y como en Otoño necesitamos soltar y limpiar.
Fase Menstrual: Con la menstruación culmina el proceso de desaceleración de nuestro CUERPO el cual necesita descansar y dormir. Nuestra MENTE se aquieta, generando una necesidad de quietud y silencio. Y nuestras emociones siguen aflorando con facilidad y SENTIMOS la necesidad de estar en calma, recogidas hacia dentro como en el invierno.
- ¿CÓMO?
Es importante tener en cuenta que la adolescencia para tu hija, es una nueva etapa llena de nuevas formas de percibir la vida y de interactuar con ella.
- El Amor
- La presencia y escucha
- La aceptación y comprensión de sus emociones
Son ingredientes esenciales para acompañarla durante su encuentro con su nueva naturaleza femenina.
Existen numerosos recursos didácticos que sirven de apoyo y guía, mis preferidos y que utilizo en consulta son “El tesoro de Lilith “ de Carla Trepat y “El libro rojo de las niñas” de Cristina Romero .
Porque todo lo mío me pertenece
Puedo llegar a familiarizarme íntimamente conmigo misma
Y al hacer esto, puedo amarme y aceptarme, y acepar todas las partes de mi cuerpo
Frase de Virginia Satir
Artículo de Anuska Linares Psicóloga y Psicoterapeuta